El taller de artesanía
destinado a la elaboración de piezas de alfarería en el corazón de
la ciudad es un espacio que combina la tradición artesanal con la
integración a la naturaleza mediante el uso de muros de tierra
apisonada.
Los muros construidos con
tierra apisonada otorgan al taller una conexión única con el
entorno y reflejan un compromiso con las técnicas constructivas
sostenibles. Estos muros, elaborados con tierra local, presentan
texturas terrosas y una paleta de tonos naturales que se mezclan
armoniosamente con el paisaje circundante.
El diseño del taller
prioriza la funcionalidad para la elaboración de las piezas de
alfarería. A pesar de estar dentro de la ciudad, se ha procurado
dotar al espacio con amplias ventanas y puertas que ofrecen vistas a
la naturaleza. Estos elementos permiten la entrada de abundante luz
natural, creando un ambiente inspirador y facilitando la creación
artística.
El entorno de trabajo está
organizado para fomentar la creatividad y la colaboración entre los
artesanos. Las áreas de trabajo están distribuidas estratégicamente
para facilitar el proceso de elaboración de las piezas, al mismo
tiempo que se integran zonas de descanso que invitan a los artesanos
a disfrutar de la belleza del entorno natural que se observa a través
de los espacios abiertos.
La combinación de la
tradición artesanal con la elección de materiales de construcción
naturales como la tierra apisonada, junto con las vistas a la
naturaleza, crea un ambiente en el taller que inspira la creatividad
y la conexión con la tierra. Este espacio no solo es un lugar de
trabajo, sino también un refugio que permite a los artesanos
inmersos en la vida urbana sentirse conectados con la belleza y la
serenidad de la naturaleza.